En las primeras carreras de la temporada, Checo Pérez parecía estar a la altura del monoplaza dominante de Red Bull. Logró dos victorias en las cuatro primeras carreras, y se vislumbraba una posible lucha interna entre compañeros de equipo para decidir el campeonato. Sin embargo, el panorama cambió en Mónaco, donde Pérez comenzó a retroceder.
Los rumores sobre su futuro empezaron a surgir, pero Red Bull se mantuvo tranquilo y expresó su confianza en que el piloto podría superar la situación. No obstante, parece que ahora están realmente preocupados por los continuos desaciertos del mexicano y su posible impacto en el equipo. “En Austria, tiene que volver a organizar su clasificación, no puede cometer ningún error”, señaló Helmut Marko, asesor de la escudería.
El tapatío ha pasado tres fines de semana consecutivos sin lograr ingresar a la Q3, lo que hace que el Gran Premio de Austria, con su formato de carrera al sprint, sea de vital importancia para su temporada. La clasificación para la carrera del domingo se llevará a cabo el viernes, lo que obliga al piloto a rendir al máximo nivel desde el primer día del fin de semana si desea obtener una buena posición en la parrilla.
En cuanto al futuro de Pérez, Helmut Marko ya no descarta ninguna opción. “La meta inicial de Sergio Pérez era de dos o tres años, eso sería más de lo que planeó de todos modos, solo hay que mantener opciones abiertas para el sucesor”, señaló sin rodeos, dejando entrever la posibilidad de considerar un cambio en el asiento ocupado por el piloto.
Aunque Red Bull continúa mostrando confianza en Checo Pérez, su rendimiento en las próximas carreras, especialmente en Austria, será crucial para determinar su futuro en el equipo. El piloto mexicano deberá superar los obstáculos y demostrar su valía si desea asegurar su lugar en la escudería de renombre mundial.