Después de varios meses de búsqueda e incertidumbre, el arquero canterano de las Águilas del América y de la Selección Mexicana, Guillermo Ochoa, finalmente encontró un equipo en donde desenvolverse, abriendo nuevamente la posibilidad de poder jugar su esperada sexta Copa Mundial de Fútbol, firmando con el equipo AEL Limassol, del país Chipre, equipo que ha presumido este fichaje, mostrando a Ochoa como una figura de experiencia internacional y alto renombre.
En un movimiento muy poco esperado, pero bastante bueno para la gente de Chipre, al igual que considerado por muchas fanáticos como “una medida desesperada”, Memo Ochoa logró conseguir un equipo estando a punto de cerrarse las listas de registro de jugadores a nivel internacional, siendo un trámite bastante accesible para el equipo del país europeo, pues al ser Ochoa un agente libre, debido a que su relación finalizó con el AVS de Portugal hace varios meses, no hubo algún pago de cláusula. Además de esto, la carta actual del jugador está alrededor de los 587,000 dólares, aproximadamente 9 millones de pesos, según Transkfermarkt.
El conjunto del Limassol se ubica en Chipre. La cual es una isla que se encuentra cerca de Turquía, y a menos de 400 kilómetros del continente asiático, donde se ubican Líbano, Palestina, Siria y Jordania. La ciudad de Limassol se considera una zona portuaria, que cuenta con poco más de 100 mil habitantes. Y de igual forma es considerado un centro turístico, comercial y proveedor de servicios de Chipre, con amplia variedad de actividades y un gran número de museos y sitios arqueológicos. El AEL Limassol cuenta con 6 títulos en su trayectoria desde 1934, y ha formado parte de competencias en Champions League, Europe y Conference League.
Esta experiencia será la séptima para el arquero bajo los tres palos de un equipo europeo, estando previamente en Ajaccio de Francia, Málaga de España, Granada de España, Standard Lieja de Bélgica, Salernitana de Italia y AVS en Portugal, reforzando nuevamente la oportunidad de que Memo, a sus 40 años de edad, compita en su sexto mundial, lo cual para muchos se ha vuelto “motivo de reconocimiento”, mientras que para otros es “un capricho del portero”.