El piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez volvió a subirse hoy a un monoplaza de Fórmula 1, esta vez bajo los colores del Cadillac F1 Team, en una jornada de pruebas privadas realizadas en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, en Imola, Italia.

Durante la sesión, Pérez manejó un Ferrari SF-23 monoplaza de la temporada 2023 completamente pintado de negro, vehículo que la escudería estadounidense utilizó dentro del programa oficial de Testing of Previous Cars (TPC) permitido por la FIA.

El objetivo del test no fue medir tiempos ni buscar récords, sino dar rodaje operativo al nuevo equipo: mecánicos, ingenieros y técnicos de Cadillac trabajaron por primera vez juntos en condiciones reales de pista, afinando coordinación y procedimientos de boxes.

Esta sesión marca el regreso de Checo a la acción tras su salida de Red Bull a finales de 2024 y consolida su papel como figura central del nuevo proyecto estadounidense dentro del máximo campeonato del automovilismo mundial.

Cadillac continuará con una segunda jornada de pruebas mañana en Imola, antes de trasladarse a Estados Unidos para trabajos en simulador y desarrollo de su primer monoplaza propio, que será presentado en 2026.