Grupo Frontera es el claro ejemplo de que la valentía y el trabajo constante pueden llevar a un grupo de amigos a convertirse en una fuerza imparable dentro del regional mexicano. Desde que “No se va” los catapultó hace apenas tres años, la agrupación originaria de Texas ha sabido aprovechar cada oportunidad sin perder la humildad. Aunque no les gusta llamarse referentes, reconocen que miles de personas hoy los ven como parte esencial del impulso que ha tenido la música mexicana en el mundo.

Pero detrás del éxito también hay sacrificios. Julián Peña Jr., percusionista, lo resume sin rodeos: la vida del músico está lejos de ser glamorosa. Vuelos eternos, desveladas, jornadas interminables en el estudio y un ritmo que exige estar al borde del cansancio. Y aunque “No se va” fue un golpe de suerte, mantenerse en la cima nunca lo ha sido. Para Frontera, ese primer éxito fue solo el inicio de una racha que decidieron sostener con disciplina y más trabajo.

El grupo ha vivido un ascenso vertiginoso, colaborando con artistas como Bad Bunny y Shakira, y presentándose ante multitudes de más de 245 mil personas. Sin embargo, su rápido crecimiento apenas les permitió procesar todo lo que vivieron en su primer año. Hoy, con más madurez y unión —pues se consideran más hermanos que amigos— mantienen su objetivo intacto: convertirse en una banda longeva, al estilo de Los Tigres del Norte o Maná, que han hecho de la constancia su sello.

Con esa misma convicción, Frontera lanzó su “Triste Pero Bien C*brón Tour”, inspirado en su tercer álbum, “Lo Que Me Falta Por Llorar”. La banda integrada por Adelaido “Payo” Solís III, Juan Javier Cantú, Julián Peña Jr., Alberto “Beto” Acosta y Carlos Guerrero regresará a los escenarios con un show el próximo 8 de mayo en la Arena CDMX, donde prometen demostrar que su éxito no es casualidad, sino fruto de una lealtad absoluta a su música y a su público.