Una vez más, el amor y la devoción a la virgen de Guadalupe se hizo sentir en cada rincón del corazón de la ciudad de Mérida, que se vistió de fe y esperanza al reunir a cientos de ciudadanos, para agradecer la protección de la madre de Dios.
A partir de la media noche, el fervor de los cánticos y porras dedicadas a la virgen, anticiparon el desfile de antorchistas y grupos provenientes de diferentes puntos del estado quienes llegaron al santuario guadalupano en el barrio de san Cristóbal, para cumplir una promesa o seguir la tradición familiar.
Con el paso de las horas, aumentó el número de asistentes y con ello la emoción por ver la imagen de la virgen, que está día y noche desde el pasado 10 de diciembre, ya que la iglesia no ha cerrado sus puertas, para recibir a los peregrinos que año con año, tienen una cita con la morenita, muchos llegaron con flores y velas, que le ofrecieron a la patrona de México.