Como cada 25 años la arquidiócesis de Yucatán inició las celebraciones de un nuevo año jubilar, que comenzaron con una procesión de la iglesia de santa Ana hasta la apertura de las puertas de la catedral de Mérida. Durante su mensaje a los fieles, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez, habló sobre la importancia de este periodo en la vida de los católicos.
La celebración se remonta a una tradición judía de declarar un año de descanso cada 50 años, rito que la iglesia católica adoptó hace más de siete siglos para renovar la relación con Dios, además, el arzobispo motivó a los fieles a que estrechen sus lazos con el creador e invitó a la comunidad católica a mantener la unidad y la identidad cristiana ya que, afirmó, es parte del plan divino.