Esta controversia legal se origina en la colaboración de Lana del Rey con Skims a principios de 2024, una sesión de fotos de estética romántica, promocionando la línea de San Valentín de la marca. Según, los posts de la artista en Instagram no cumplían con la normativa exigida para publicaciones patrocinadas.
Esto habría llevado a Skims a exigir a Lana del Rey modificaciones en sus publicaciones, pero la intérprete de “Young and Beautiful” no habría realizado los cambios a tiempo, lo que motivó a la empresaria a emprender acciones legales, reclamando un millón de dólares.
No obstante, toda esta especulación llegó a su fin cuando Lana del Rey comentó en una publicación de Instagram del podcaster Sloan Hooks: “No, esto no está pasando. No que al menos alguna de las dos sepa. No sé de dónde empezó esto, pero si por alguna razón tiene que pasar debido a las normas, lo solucionaremos. Pero nunca será el fin de una amistad”.
