En una destacada actuación de Stephen Curry con 38 puntos en la derrota ante los Minnesota Timberwolves, los Golden State Warriors se enfrentan a la urgencia de obtener más contribuciones ofensivas de otros jugadores. A pesar del rendimiento sobresaliente de Curry, el entrenador Steve Kerr reconoce la necesidad de mayor anotación y creación de jugadas por parte del resto del equipo.

 

Curry ha liderado consistentemente en puntos, superando significativamente a sus compañeros en los 11 juegos de la temporada, marcando una racha no vista desde los días de Michael Jordan en 1987-88. Klay Thompson y Andrew Wiggins han tenido un inicio más lento, contribuyendo con 16 y 6 puntos respectivamente en el último juego.

 

Aunque Kerr no tiene planes inmediatos de cambiar la alineación, después de la derrota ante Minnesota, muestra una mayor disposición a explorar opciones. Según Curry, la situación requiere flexibilidad, y todos los jugadores deben estar listos para contribuir.

 

Draymond Green, ala-pívot de los Warriors, asume la responsabilidad de organizar el equipo junto a Chris Paul, reconociendo la importancia de aprovechar la racha de Curry y brindar oportunidades a otros jugadores. A pesar de la destacada producción del banquillo, el equipo enfrenta dificultades para generar ofensiva fuera de Curry. Green destaca que se trata de ejecución, no solo de ajustes en la alineación, subrayando la necesidad de mejorar la efectividad y eficiencia ofensiva para superar la actual racha perdedora del equipo.