En medio de un auditorio repleto y bajo una ovación digna de una final, Lionel Messi se convirtió en una de las figuras centrales del America Business Forum 2025, celebrado en el Kaseya Center de Miami. Acompañado por líderes como Donald Trump, Javier Milei y María Corina Machado, el capitán argentino compartió una charla íntima con el alcalde Francis Suárez, en la que habló de su carrera, su fe, su faceta empresarial y el valor del sacrificio detrás del éxito. "Dios me regaló un don, pero hubo mucho esfuerzo y sacrificio para fortalecerlo. Hay que trabajar cada día para merecerlo", expresó el astro del Inter Miami.
A sus 38 años, Messi mostró una mirada madura sobre el futuro y su incursión en el mundo de los negocios, donde ya cuenta con participaciones en una cadena hotelera, una marca de bebidas isotónicas y el propio club donde milita. "El fútbol tiene una fecha de caducidad. En algún momento se termina, y me gusta empezar a ver qué se puede hacer después. El empresariado me gusta, quiero seguir aprendiendo. Estoy arrancando en esto", confesó con humildad, reconociendo que la nueva etapa de su vida lo motiva tanto como sus días en el campo.
Uno de los momentos más emotivos llegó cuando recordó la Copa del Mundo de Qatar 2022, el sueño más grande de su carrera, diciendo que explicar lo que sintió ese día es difícil. Fue lo máximo, cerrar su historia con ese trofeo. Es una sensación tan grande como el nacimiento de sus hijos, según reveló el futbolista, quien compartió ante un público conmovido. También reflexionó sobre las derrotas que forjaron su carácter.
El ídolo argentino habló además de su presente en Miami, donde disfruta un equilibrio entre la competencia y la vida familiar, incluso recibiendo la llave de la ciudad como reconocimiento. Así, entre reflexiones sobre su legado y nuevos desafíos, Lionel Messi demostró que su grandeza va más allá de los goles: está en la serenidad de quien aprendió a triunfar también fuera de la cancha.