Julio Preciado, una de las figuras más queridas y respetadas del regional mexicano, decidió poner punto final a su carrera arriba de los escenarios. A sus 58 años, “El Gigante de la Banda” reconoció que ha llegado el momento de priorizar su bienestar y despedirse mientras su voz, esa que lo volvió un ícono durante más de tres décadas, sigue intacta. El cantante aseguró que busca retirarse con dignidad y que el público lo recuerde tal y como ha sido toda su vida: fuerte, auténtico y entregado a su música.
El mazatleco explicó que esta decisión nace también de los recientes problemas de salud que enfrentó. Tras ser hospitalizado por una neumonía derivada del exceso de trabajo, los médicos le advirtieron sobre la posibilidad de requerir un marcapasos si seguía exigiéndole tanto a su cuerpo. Preciado confesó que incluso estuvo trabajando con un solo pulmón, un llamado de atención que lo obligó a frenar y replantear sus prioridades. “Exigí demasiado a mi cuerpo”, admitió con total sinceridad.
Pese al retiro, Julio Preciado no se irá sin antes agradecerle a su público como se debe. El cantante prepara una gira de despedida que arrancará el próximo año y que culminará en 2027. Además, trabaja en su último álbum de estudio, un disco de duetos en el que reunirá a amigos cercanos y colegas que han formado parte esencial de su trayectoria. Preciado adelantó que será su cierre musical definitivo: “Ya no va a haber más música de Julio Preciado”.
Con la mirada puesta en una nueva etapa, el exvocalista de El Recodo aseguró que ahora su prioridad será disfrutar a su familia, algo que la exigente vida artística le había impedido hacer plenamente. Reconocido como uno de los grandes exponentes del regional mexicano, Julio Preciado se despide dejando un legado potente, emotivo y profundamente sinaloense. Una carrera que marcó a generaciones y que, aun con su adiós, seguirá resonando en la memoria de quienes crecieron escuchando su voz.