El empate sin goles de la Selección Mexicana ante su similar de Canadá vuelve a advertir otra decepción, como sucedió en Qatar, en una de las peores actuaciones del equipo mexicano desde Argentina 1978.
Esta vez, la anemia ofensiva volvió a aparecer primeramente con el yucateco Henry Martín y posteriormente con Santiago Giménez. Nada, simplemente nada de gol. Secos.
Se dijo que habría cambios recién terminó la frustrada actuación mexicana en Qatar. No hay cambios estructurales, todo sigue igual.
La gente pide una liga competitiva con ascenso y descenso, pero es un tema muerto. No hay para cuándo y la Liga de Expansión se ha convertido en una contienda sin emoción ni espectáculo, en donde no pasa nada.
De tal forma, queda seguir implorando por un milagro en la cancha, pues faltan dos años para el siguiente Mundial y todo apunta a otra decepción.