Aunque hablar de la muerte no siempre es fácil, entenderla y reflexionar sobre ella puede ayudarnos a sobrellevar el dolor. Así lo explicó la tanatóloga Wen Cotera en el programa Sipse Noticias Más Temprano, donde abordó un tema que, aunque difícil, es necesario: las diferentes percepciones que tenemos sobre la muerte.
Una de las ideas centrales fue que el duelo depende del tipo de vínculo que se tuvo con la persona que falleció. “No es lo mismo perder a un padre, a una madre o a un hijo. Cada relación es única y, por lo tanto, también lo es la forma en que se vive su ausencia”, comentó.
Igualmente señaló que no podemos exigirle a los demás que vivan el duelo de la misma manera. “A veces juzgamos a otros porque no lloran o no expresan el dolor como nosotros, pero eso no significa que no estén sufriendo. Simplemente cada quien lo hace a su manera”, explicó.
Cotera menciono sobre cómo influye la forma en la que ocurre una pérdida. No es lo mismo despedirse de alguien que lleva tiempo enfermo a perder a alguien de forma repentina, como en un accidente. El impacto emocional cambia por completo.
“La enfermedad, aunque dolorosa, te da tiempo para despedirte, poner en orden algunas cosas y prepararte emocionalmente. En cambio, una muerte repentina deja muchas preguntas, mucho shock y una sensación de incredulidad”, señaló.
Otro punto importante fue cómo cambia nuestra percepción según la edad o incluso la especie. “Cuando fallece un niño, suele verse como algo más injusto. Sentimos que le faltaba mucho por vivir. En cambio, cuando parte un adulto mayor, a veces lo aceptamos con más tranquilidad porque sentimos que ya vivió”, dijo.
Incluso se mencionó el dolor que muchas personas sienten al perder a una mascota, algo que no todos entienden. “Para algunos puede ser ‘solo un animal’, pero para quien lo amó, era parte de la familia”, agregó.
La especialista cerró la charla con una invitación a vivir con más conciencia. “No podemos controlar cuándo llegará la muerte, pero sí cómo vivimos. Hay que decir más seguido ‘te amo’, ‘te necesito’, ‘perdón’. No dejemos nada pendiente, porque no sabemos cuánto tiempo nos queda”, aconsejó.
Además, recordó que pedir perdón y buscar ser felices también forma parte de sanar y vivir plenamente. Y lo más importante: respetar el proceso de cada persona. “Nadie sufre más o menos, simplemente cada quien lo vive desde su historia y su forma de amar”.