El furor por los corridos tumbados no sólo ha transformado el rumbo del regional mexicano, también abrió un inesperado choque entre géneros. Esta vez, la polémica llega de la mano de Parka, Jesús Iván Leal Reyes, contrabajista y director musical de la banda de Peso Pluma, quien explotó en redes sociales contra músicos de rock y metal por, según él, querer sumarse a una escena que antes despreciaban. Su publicación, acompañada de una fotografía haciendo señas obscenas, encendió rápidamente las reacciones.

Parka acusó abiertamente una “hipocresía musical” dentro de la industria. Denunció que artistas que en el pasado veían al regional mexicano como un género menor, ahora buscan colaboraciones con exponentes de corridos tumbados para mantenerse vigentes. “A mí no se me olvida la discriminación al género”, escribió, afirmando que quienes antes llamaban “indígenas” a los músicos regionales, hoy intentan acercarse para subirse a la ola del éxito.

La discusión ocurre en plena expansión mundial del movimiento, encabezado por figuras como Natanael Cano, Junior H, Fuerza Regida y Peso Pluma, cuyo impacto ha roto fronteras y alcanzado los primeros lugares globales. Este crecimiento también ha generado tensiones con músicos tradicionales de otros géneros, que critican la propuesta sonora, mientras buscan reinventarse con sonidos urbanos y regionales. El comentario de Parka avivó un debate que ya venía latente entre audiencias y creadores.

Además, el músico volvió a viralizarse al adelantar detalles del próximo proyecto de Peso Pluma. Durante un live, aseguró que llevan “más de 60 canciones” trabajadas y que aún siguen creando, por lo que no descarta que el lanzamiento venga en uno o incluso varios álbumes. Sus palabras desataron especulaciones entre fans, que ahora esperan un regreso “machín” del artista en lo que podría ser una de sus etapas musicales más ambiciosas.