Novak Djokovic necesitó su “vida extra” para cerrar un partido traicionero ante Taylor Fritz y sellar su pase a semifinales del US Open, donde lo espera Carlos Alcaraz. El serbio, de 38 años, ganó 6-3, 7-5, 3-6 y 6-4 en 3 horas y 24 minutos, superando un tramo final tenso para instalar una semifinal que el torneo llevaba semanas insinuando.
La clave del triunfo estuvo en los momentos de máxima presión: Djokovic salvó 11 de 13 puntos de quiebre —cinco de ellos con 5-4 en el segundo set— y desactivó los intentos del estadounidense en los peloteos largos para inclinar la balanza con oficio.
Tras el pase, Djokovic admitió que deberá gestionar su estado físico para competir al límite frente al español, pero subrayó que no entregará “bandera blanca”. El balcánico persigue su 25º Grand Slam, una cifra histórica que prolonga su pulso con el tiempo y con la nueva generación. La semifinal está programada para el viernes en Nueva York.