La futbolista española Jennifer Hermoso presentó una denuncia formal ante la fiscalía en contra de Luis Rubiales, después del polémico beso no consensuado en la ceremonia del Mundial Femenino, celebrado en el mes de agosto en Sídney, Australia.

La misma fiscalía fue quien le dio la posibilidad a Hermoso, pues se trataría de un delito de agresión sexual, y desde un principio la jugadora recibió apoyo abiertamente.

Tras conocerse la conducta de Rubiales y la subsiguiente apertura de investigaciones, tanto por parte de la FIFA como de la Real Federación Española de Fútbol en su contra, la Fiscalía también inició su propia indagación al tomar conocimiento de demandas individuales presentadas contra Luis. Esto ocurrió a pesar de las afirmaciones de Rubiales en una rueda de prensa en la que aseguró que el beso había sido “consentido”.

 

Inmediatamente después de estas declaraciones, Hermoso emitió un comunicado en el que aclaró que el beso no había sido consensuado y que se consideraba víctima de una agresión por parte de Rubiales. Este testimonio recibió un sólido respaldo no solo de sus compañeras en el Pachuca y la Selección Española, sino también de destacadas jugadoras como Alex Morgan, Meghan Rapinoe y Alexia Putellas, así como de la Liga MX Femenil y figuras deportivas como Pau Gasol, Borja Iglesias e Iker Casillas, entre otros.

 

La fiscalía considera que los incidentes denunciados, como el beso que Rubiales le dio en la boca a Jenni Hermoso el pasado 20 de agosto mientras sujetaba firmemente la cabeza de la jugadora con ambas manos, podrían constituir un posible delito de agresión sexual, y por ello presentará una querella a la mayor brevedad posible, donde en caso de proceder y encontrarse culpable podría enfrentar una pena de uno a cuatro años de prisión.

 

Rubiales de momento está suspendido por la FIFA de sus funciones como presidente de la Real Federación Española de Fútbol, donde le dieron una sanción de 90 días, que podría incrementarse o llevar a su destitución obligatoria.