La presencia de manchas de marea roja en las costas de Yucatán ha encendido las alertas entre los pescadores locales, quienes temen que este fenómeno natural afecte de manera significativa las temporadas de pesca de langosta y pulpo.
De acuerdo con el presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas del Estado, ya se han detectado indicios de marea roja en la frontera con Campeche y en la zona de Dzilam de Bravo. Aunque las autoridades aún no emiten un dictamen oficial ni han declarado alerta, los pescadores se mantienen atentos ante el posible avance del fenómeno.
La marea roja, provocada por la proliferación excesiva de microalgas, puede reducir el oxígeno en el agua y causar la muerte de especies marinas, afectando directamente al sector pesquero. “Sería un fuerte golpe para la pesquería de la langosta y para la del pulpo”, advirtió el representante del sector.
Este tipo de eventos son naturales y, lamentablemente, poco se puede hacer para combatirlos. La última vez que se presentó una marea roja intensa en la región fue hace tres años, obligando a los pescadores a modificar sus rutas de pesca en busca de zonas no afectadas.
Además, los efectos de una marea roja pueden prolongarse durante meses. Si se confirma, podría tomar hasta seis meses para que las zonas impactadas se recuperen y vuelvan a ser productivas.
A este panorama se suma la baja captura de langosta registrada en los primeros días de la temporada, que inició el pasado 1 de julio. Las embarcaciones menores han regresado con poco producto debido a las condiciones climáticas, por lo que hay expectativas puestas en la entrada en operación de la flota mayor.
Mientras tanto, el sector pesquero espera un pronunciamiento oficial por parte de la Secretaría de Pesca y otras autoridades competentes para determinar los pasos a seguir ante este posible escenario.