En entrevista para SIPSE Noticias Más Temprano, el psiquiatra Lauro Suárez habló sobre la relevancia de contar con redes de apoyo sólidas en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez. Subrayó que estas redes no solo fortalecen la salud emocional, sino que también pueden prevenir enfermedades y acelerar procesos de recuperación.
“Las redes de apoyo no son únicamente para ‘ayudar’, también están para escucharnos, para acompañarnos, para sostenernos”, comentó el especialista. Explicó que no deben confundirse con tener amigos, pues una red de apoyo puede estar conformada por familiares, profesionales de la salud, compañeros de trabajo o incluso personas con las que se comparte una actividad, aunque no haya un vínculo estrecho.
El doctor destacó que estas redes son tan importantes como un tratamiento médico o una psicoterapia. “El sentirte acompañado puede marcar una diferencia enorme cuando enfrentas una enfermedad emocional como la depresión o la ansiedad, pero también en etapas difíciles como un divorcio, la pérdida de un ser querido o el llamado ‘nido vacío’”.
Uno de los temas que más llamó la atención fue el por qué, en muchos casos, las personas tienden a aislarse justo cuando más ayuda necesitan. Suárez explicó que esto es parte de los síntomas depresivos: “parece una contradicción, pero mientras más sola se siente una persona con depresión, menos desea estar con los demás”.
¿Cómo construir una red de apoyo?
Para quienes no saben por dónde empezar, el psiquiatra recomendó primero identificar a alguien con quien se tenga confianza, ya sea en la familia, algún maestro, vecino o compañero. “También puedes unirte a grupos donde compartas intereses, como clases de baile, círculos de lectura o actividades deportivas. A veces, la red de apoyo no está en quienes conoces desde hace años, sino en quien te escucha en el momento en que más lo necesitas”.
También hizo énfasis en la importancia de enseñar desde la infancia a hablar y pedir ayuda. “Es importante que los niños sepan que pueden acudir a papá, mamá, un maestro o un adulto de confianza para contar lo que les pasa”.
Redes de apoyo en la tercera edad
Uno de los momentos más difíciles para mantener redes de apoyo es la vejez, cuando muchas de las personas cercanas ya no están. “Aun así, es posible reconstruir vínculos. No importa si tienes 70 u 80 años, puedes seguir siendo parte activa de una red de apoyo, incluso para las generaciones más jóvenes. El apoyo no siempre es físico: una llamada o un mensaje también cuentan”.
Por último, el doctor Suárez adelantó que en su próxima intervención abordará el tema de las redes de apoyo tóxicas, aquellas que, en lugar de sostener, juzgan o minimizan lo que siente la otra persona. “Pedir ayuda no te hace débil, te hace humano”, concluyó el especialista.