La comedia mexicana perdió a una de sus figuras más queridas: Eduardo Manzano, el inolvidable Gordolfo Gelatino, falleció a los 87 años. La noticia fue confirmada por su hijo, Eduardo Manzano Jr., a través de redes sociales, donde expresó el profundo dolor de la familia y agradeció las muestras de cariño hacia el actor. Con una imagen y unas palabras llenas de nostalgia, su hijo recordó al comediante como un hombre extraordinario, de gran corazón y con un talento que lo acompañó hasta el último día.

Manzano, nacido en 1938 en la Ciudad de México, construyó una trayectoria de más de 40 producciones entre cine, televisión y teatro. Desde muy joven encontró en el humor la manera de enfrentar la tristeza y comenzó como imitador de voces, inspirado por figuras como José Ángel Espinoza “Ferrusquilla”. Su vida cambiaría al coincidir con Enrique Cuenca en La hora del imitador, unión que daría origen a Los Polivoces, uno de los dúos cómicos más emblemáticos de la televisión mexicana en los años setenta.

Su legado incluye personajes icónicos como Gordolfo Gelatino y Agallón Mafafas, así como una larga lista de parodias y sketches que marcaron a varias generaciones. Además de la televisión, Manzano participó en películas como ¡Ahí madre! y Hijazo de mi vidaza, e incluso vivió momentos trágicos como el tiroteo de 1998, que lo mantuvo hospitalizado y detenido temporalmente. Aun así, su carrera siguió creciendo y encontró un nuevo público gracias a su papel como el abuelo Arnoldo en Una familia de diez, donde trabajó por 14 años.

Considerado “El hombre de las mil voces”, Eduardo Manzano siguió activo hasta sus últimos años, apareciendo en series, doblajes y producciones recientes como Bola de locos en 2023. Hoy, sus restos son velados en la funeraria García López, donde familiares, amigos y admiradores se despiden de un ícono que dejó una huella imborrable en la comedia mexicana. Su risa, sus personajes y su enorme carisma permanecerán como parte de la memoria colectiva del país.